Una revista de literatura, donde el amor por las letras sean capaces de abrir todas las fronteras. Exclusiva para mayores de edad.

jueves, 13 de febrero de 2014

Dentro del amor.






No me digas que voy
si ya quiso y quiere el corazón
nos enamoramos cuando soy el sí
de los crepúsculos gentiles
de entero amor y sin paraguas
en plena lluvia de emociones
dentro de un contacto intenso
que sabe a puro dulce de melocotón
no digas que caí cuando estuve de ilusiones arriba
vestidita entre azucenas te imaginaba girando
como una feliz sorpresa llenita de palabras de amor
te quiero te quiero y te di mi aire más profundo
el que circula veloz en tu interior amante
soy de caricias constantes soy y voy
a depositar en tus manos toda mi luz afirmativa
ya se me hace tarde el día y se nos ocurre beberlo
como bebemos todito el amor ansioso
hasta asfixiarnos de ensueños locos
si me atrevo mucho te bajo el cielo azulado
y el delicado romance de las estrellas a tus pies
me acostumbré a verte caminar toda preciosa
si cuando sales un ratito entras nuevamente
me sorprendes con besos y besos
y pones todos mis pensamientos al revés

© Adán de Maríass


7 comentarios:

  1. El amor es intoxicante, es un veneno que se toma rápido, pero deja una sensación preciosa y embriagadora (aunque con final amargo). Gracias Adán.

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  2. Gracias Carlos por tu valioso comentario.

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  3. El amor, que trasforma vidas, que da sensaciones, y que se convierte en el eje principal, lindo poema!

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  4. Yo siempre digo...El amor tiene TOXINAS...Muy buen relato, Adán. Me gustó mucho el verso del dulce de melocotón, hasta podía saborearlo!

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  5. el amor como motor del mundo tanto para lo bueno como para lo malo. Muy bueno. Un abrazo

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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